Aquí estoy...

Como si fuese un discípulo de Borges, amo con derroche los atardeceres, los arrabales, algunos espejos de azogue interior, lo mítico y la desdicha. Me gustaría disfrutar ahora de la sencillez de la Belleza. Pero con sosiego. Aunque mis ojos, en un remedo de Terenci Moix, ya no puedan ver ese puro destello que me deslumbraba, aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor, acaso de lo mío que encuentro en mi Barrio, de la gloria mítica, no voy a afligirme, ni con la infelicidad, porque la belleza siempre perdura en el recuerdo.



viernes, 20 de octubre de 2017

LIBROS QUE VOY LEYENDO: "Crímenes Duplicados" de Hjorth & Rosenfeldt

“Rituales. Sin ellos, el mundo sería un caos. Un lugar confuso y terrorífico. Los rituales eran una manera de controlarlo. Hacían que el mal fuera menos terrible y conseguían que el dolor hiciera menos daño. Los rituales mantenían a raya la oscuridad”



1.- Uno. Si ya recomendé la primera entrega de esta saga negra nórdica, “Crímenes imperfectos”, como una de las lecturas con garantías plenas de entretenimiento, por su agilidad y suspense, en esta siguiente, “Crímenes duplicados” (Planeta, 2016), al elevarse el nivel en todos los aspectos narrativos, la tensión y el disfrute, la recomendación es inevitable, e indispensable.

“Planificación. Paciencia. Determinación”

2.- Dos. Segunda parte de la denominada Serie Bergman, en relación a su protagonista principal, Sebastian Bergman, un psicólogo criminal brillante, atractivo, egoísta e insufrible. Dos son también los autores de esta y de las restantes seis entregas de la serie: Michael Hjorth y Hans Rosenfeldt. Insistiré en este punto a que sería una atrocidad revelar detalles de un argumento que nos hipnotizará y nos hará devorar las 620 páginas de la novela de una tacada.

“El Maestro nos enseña cuál es nuestro lugar en este infierno que es la vida”

3.- Tres siguen siendo las facetas en las que se estructura la novela: la investigación policial, la vida personal de sus personajes, muy definidos y cercanos, llenos de matices hábilmente dispuestos con la acción, y a destacar, evidentemente, la de su protagonista principal, Sebastian Bergman, y a quien descubrimos, a pesar de su aire seguro y prepotente, en toda su fragilidad ante un mundo íntimo que se le va de las manos.

“-Si intentas luchar demasiado, terminas destruyéndolo todo”

4.- Cuatro son los espantosos crímenes de un asesino en serie. Cuatro mujeres muertas, cuatro asesinatos que se inspiran en sus más mínimos detalles en otros cuatro del pasado.
“Mientras una ola de calor azota Estocolmo, una serie de mujeres son halladas brutalmente asesinadas, y la brigada de investigación criminal se encuentra en un callejón sin salida. Los cuerpos llevan la firma de Edward Hinde, un asesino en serie encarcelado hace quince años gracias al psicólogo Sebastian Bergman. Sebastian, por su parte, necesita poner orden en su caótica vida y actuar de una vez por todas ante la revelación con la que acababa Secretos imperfectos. Gracias a sus artimañas habituales, consigue hacerse un hueco en la investigación y pronto descubre que todos los asesinatos están relacionados con él y que nadie a su alrededor está a salvo. Ni él mismo.”

“… quedaban un par de horas de luz y ya había empezado…”

5.- Cinco son sus personajes importantes, los mismos que en la primera entrega. Además del inefable Sebastian Bergman, el jefe Torkel, Vanja, Ursula y Billy de la Brigada de Homicidios de Estocolmo (a los que se añadiría a Trolle, el torpe y fastidioso policía del primer volumen y ahora director de una cárcel, como otro sólido secundario). Policías enfrentados a un nuevo caso, mujeres violadas y asesinadas con un ritual o modus operandi que recae, al ser copias exactas de las cometidas en el pasado, en un inteligente y despiadado asesino en serie recluido a perpetuidad, Edward Hinde; imagínense al célebre Hannibal Lecter y encontrarán otro incentivo para sumergirse en una lectura apasionante. Un asesino en serie muy bien trazado por los autores, de perfecta descripción de su mente analítica, manipuladora, perspicaz, agujereada por unos terribles traumas infantiles; acaso en la personificación siniestra, en una metáfora general del peso del pasado y de su persistencia. La falta de pistas para la policía en la investigación, permite la reaparición en escena del psicólogo y experto en perfiles criminales Sebastian Bergman, más cuando estos nuevos asesinatos, como los antiguos, tienen mucho que ver con él. Actores sometidos a una acción constante, a una inquietud perfectamente afinada, perfilada en sus variados pormenores personales. Los autores, en esta novela, han hecho evolucionar a sus protagonistas con criterio hacia unos ámbitos psicológicos y humanos más auténticos, sobre todo con Bergman y ante el que nos mostramos más empáticos, por su aflorada vulnerabilidad.

“… era la demostración viviente de la conocida tesis de que en toda organización jerárquica la gente suele ascender hasta su nivel de incompetencia”

6.- Ágil, cuidada, visual, trepidante, intrigante y adictiva. Seis características para este magnífico thriller negro que supera con creces a su historia precedente y deja al lector con avidez por leer la siguiente parte. Una narración de particulares y hábiles giros argumentales, eficaces, de acción vertiginosa, y con un desarrollo y final apoteósicos. De narrador omnisciente que nos conduce, nos atrapa mejor, en una trama oscura y sugestiva por una Suecia que nada tiene que ver con los ambientes fríos y nevados acostumbrados, sino por un verano bochornoso y fatigoso. Una novela, sin duda, muy recomendable.

“Se quitó la corbata y empezó a desabotonarse la camisa mientras subía los peldaños, pero se le congeló el movimiento al llegar al dormitorio. Katharina estaba tendida en la cama. Fue lo primero que notó. A esa primera impresión la siguieron rápidamente otras tres. Estaba tumbada boca abajo. Estaba atada. Estaba muerta”.



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